miércoles, 3 de octubre de 2018

Templo Jogyesa

¡¡¡Hola a Tod@s!!!
 Estoy pensando en hacer mis propios gifs para el blog, y dejar de usar estos que encuentro por ahí ¿qué os parece?

¿Cómo os ha sentado septiembre y la vuelta a la rutina?¿Cómo os está sentando el otoño?¿Estáis ansiosos como yo porque llegue Halloween y el frío?

Antes que nada, quiero disculparme, una vez más, por esta larguísima ausencia, tengo muchas cosas que contaros, así que espero no volver a tener un parón en el blog (cruzo los dedos por poder mantenerlo activo al menos con una entrada semanal).
De verdad, quería haber actualizado mucho antes, pero a la vuelta de Corea, a parte de hacer una parada en Madrid para hacer exámenes, me vi envuelta en una mudanza en casa que ocupó gran parte del verano (hacer una mudanza completa con tu hermana en reposo sin poder ayudar, es un proceso lento) y cada vez que me sentaba para escribiros sobre todo lo relativo a mis meses estudiando en Corea, me encontraba muy desanimada, porque volver a tu vida habitual en la isla, después de haber pasado casi 5 años viviendo en Madrid y luego casi 5 meses en Corea es bastante desesperante. Además, durante este tiempo no he estado en mi mejor estado de salud, pero eso es otro tema. Pero aquí estoy de vuelta, para compartiros muchas cosas sobre Corea, y no sólo sobre Corea, tengo muchas entradas pensadas para compartir con vosotros. Ahora al ser octubre, me gustaría dedicarle un pequeño espacio del blog a la temática de Halloween, os iré informando.

Pero hoy os quiero compartir un poco de mi experiencia en Corea. He pensado durante mucho tiempo qué contaros, por dónde empezar y tras muchas vueltas he decidido empezar hablándoos de mi visita al Templo Jogyesa.

Templo Jogyesa (조계사)

Visitar este templo no estaba dentro de mis planes, llegué hasta él de casualidad, un día que salí a pasear con mi amiga coreana por Insa-dong, principalmente para estudiar en un café, ya que ella estudiaba español y yo coreano. Como ya había ido muchas veces a Insa-dong, sin salirme demasiado de las zonas más centrales, decidimos callejear un poco, lo que hizo posible que me encontrara ante este pequeño tesoro del budismo en Corea.
Es un templo bastante pequeñito y me llamó la atención encontrarlo en pleno centro de Seúl, me maravilla la capacidad de estos países (Corea, Japón,...) para combinar la más absoluta modernidad actual de sus capitales con estos remansos de paz tan hermosos y con encanto que son sus arquitecturas tradicionales. Es casi mágico.
Mi amiga me comentó que este templo es una reconstrucción realizada en las primeras décadas del siglo XX, debido a que el templo original, que databa del siglo XIV, se perdió en un incendio.
Ella también me contó que este, a pesar de ser un templo de pequeño tamaño en comparación a la magnificencia del Templo Bongeunsa (ya os hablaré más adelante de este templo), este es un lugar de mucha importancia para los budistas coreanos, porque consideran su altar sumamente sagrado, ya que se cree que aquí descansan las cenizas de Buda, las cuales se creen que llegaron al templo gracias a un monje en la época de reconstrucción del mismo. No os puedo asegurar que esto sea realmente cierto, porque mi amiga me contó que podría ser una leyenda. Además, me dijo que este templo también es importante porque aquí se encuentra plantado un árbol de más de 500 años de edad, que ha sido declarado Patrimonio Natural debido a que se trata de una especia traída de fuera, que es difícil que crezca correctamente en Corea.

Ese día no pude hacer muchas fotos, ya que se estaba realizando una ceremonia en el interior del templo, lo cual me sorprendió, ya que no había mucha gente alrededor, pero, aún así, no pude hacer fotos de las estatuas de Buda, pero yo terminé enamorada de este lugar, ya que para ser un templo tan pequeño en plena ciudad, en una de las zonas turísticas de Seúl, era un lugar increíblemente tranquilo, sin ruidos, que transmitía una enorme paz. Yo perdí la noción del tiempo observando las flores que rodean al templo, maravillándome de lo coloridas que son estas construcciones, su austeridad y sencillez. 




Me dio mucha pena que mis profesores de Arte Asiático en la Madrid y los profesores que me dieron clases de tema cultural en Corea, no profundizaran tanto en temas de las representaciones del Budismo, inconografía,... Porque mis conocimientos se vieron bastante limitados a la hora de contemplar la inmensa cantidad de detalles de los templos y palacios, de los cuales terminé totalmente fascinada. Actualmente estoy intentando rellenar las lagunas que mi formación académica no ha llenado, para poder volver y mirar estos hermosos lugares con los ojos mucho más abiertos y con mayor comprensión.

Bueno, hasta aquí llega la entrada de hoy, espero que la hayáis disfrutado. He querido retomar el blog con una entrada que no os resultara tan larga, ya que habrá otras con las que me extenderé mucho más. Además, me gustaría que me dejarais comentarios sobre cualquier cosa sobre la que queráis que escriba sobre mi estancia en Corea o sobre Halloween. También deciros que la próxima entrada será informativa, acerca de cómo irá el blog y el canal y después os subiré un tema aleatorio antes de volver a hablaros sobre Corea, quiero intercalaros los temas para que no os resulte todo tan monotemático y tedioso.

Muchas gracias por leerme, espero que podamos volver a disfrutar juntos. Os leo y nos vemos pronto. Tened una buena semana.

¡¡¡Hasta Pronto!!!

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