viernes, 12 de diciembre de 2014

Pensamientos sobre el Lolita

¡¡¡Hola a Tod@s!!!
¿Qué tal estáis? ¿Cómo habéis pasado la semana? ¿Deseando que lleguen ya las vacaciones de Navidad? ¿Estáis inmersos en las compras navideñas?

Para mí, la Navidad es la mejor época del año y no por los regalos precisamente, sino por el ambiente que se respira, la decoración con las calles engalanadas y llenas de luces, el olor a dulce y chocolate que impregna el aire, el frio que se combate fácilmente con una bebida caliente, los árboles de navidad, las reuniones familiares, los eventos especiales,... Ayss *suspirito*.

Dejando el tema de la Navidad de lado, que me puedo ir totalmente del asunto, hoy os traigo una pequeña reflexión o más bien, pensamientos que rondan mi mente, últimamente, acerca del Lolita; más concretamente, del panorama Lolita en mi isla. Y antes de que empiecen los ataques, quiero decir que esta es un impresión personal, que no con ello estoy demonizando nada ni a nadie, ni tampoco pretendo mostrar un pensamiento elitista, pues nunca he sido de ese tipo de personas; además, quiero recalcar que todo esto lo digo visto desde fuera, pues yo estoy estudiando en Madrid, aunque intento estar al día de lo que pasa en el Lolita.
Además, creo que en una época como esta, en que las Tea Party´s y eventos Lolita están a la orden del día, este tipo de entradas pueden venir muy bien para todo aquel que esté un poco descarriado.
Quiero que esta entrada sea vista por los lectores, más como un "consejo" o una crítica constructiva que como un ataque a las comunidades o a las chicas que pueden estar empezando o que, aunque lleven un tiempo, aún se encuentren un poco perdidas entre borlas, lazos y puntillas.
Hace unos meses mi amiga Lawi escribía una entrada en su blog llamada "Lolita, ¿dónde estás?", publicación que os invito a que leáis (a lo mejor entendéis un poco más lo que voy a decir al leer las dos entradas) y con la que me sentí bastante identificada, y creo que no fui la única, pero que generó muchísima polémica entre algunas chicas.
 A raíz de esta entrada, de mis propios pensamientos, de lo que he ido observando, estando en la isla y desde la distancia, y debido a una conversación que tuve hace poco con mi prima Idaira, que también es Lolita y que me decía: "La esencia del Lolita se está perdiendo, el buen Lolita en la isla está muriendo". Estuve totalmente de acuerdo con su afirmación, pero como no quiero llevaros a equívocos o que lo malinterpretéis, os lo voy a explicar, pues fuera de contexto se puede entender muy mal: 
Ni mi prima ni yo queremos decir que el panorama Lolita en la isla se haya degenerado y perdido, o que miremos por encima a las Lolitas que, aún hoy, quedan en las islas, al contrario, nos encanta ver que hay caras nuevas que se interesan por este movimiento que tanto nos ha llenado y aportado y que tanto significa para nosotras. No, lo que queremos decir es que es diferente a cómo era cuando yo empecé a adentrarme en Wonderland años atrás. No sé si se puede decir que es un poco más "decadente", pero es la palabra que utilizaré (tampoco os la toméis muy a pecho).
Cuando yo comencé en el Lolita, empecé por lo mismo que me ha hecho amarlo hasta hoy y por lo que seguiré amándolo, sufra los altibajos que sufra. Obviamente, como a la mayoría, lo primero que llamó mi atención, y lo primero que conocí del Lolita fueron esos maravillosos vestidos con sus preciosos cortes y prints, que evocaban épocas pasadas, pero eso me llevó a investigar, busqué y estudié mucho, pasé mucho tiempo informándome (y aún hoy sigo haciéndolo, pues creo que me siguen quedando muchas cosas por conocer y mejorar), buscando conocimiento sobre todo lo que el Lolita conllevaba y fue de este modo como caí perdidamente enamorada, pues el Lolita para mí es Arte, es un recuerdo de esas épocas pasadas que tanto he adorado desde niña, gracias a la literatura y el cine; el Lolita es fuerza, es una forma reivindicativa de expresarse y decir "aquí estoy y soy fuerte", es esa oscura inocencia,... en definitiva, para mí es un modo de vida, una manera de ver y afrontar las cosas, incluso cuando no llevo los vestidos.
Por todo esto, y al igual que comenta Lawi en su entrada, no entiendo que para algunas personas el Lolita no sea más que simple ropa, aunque respeto esa postura, pero no la comparto.

Siguiendo la línea de la publicación de Lawi y la conversación con mi prima, también tengo que decir, que desde que Lolita Boudoir ha caído un poco en el olvido, yo también vivo el Lolita prácticamente en solitario, no estoy diciendo que no me relacione con otras Lolitas, no. De Lolita Boudoir me llevo grandes amigas, maravillosas personas y momentos muy especiales. Con Lolita Boudoir me sentí realmente parte de algo, formé parte activa de una comunidad y no hay día que no extrañe las quedadas, meriendas,... Me sigo relacionando con Lolitas, claro que sí, no sólo de las islas, sino de diferentes partes de la península y no me pierdo ninguna novedad de LIW, aunque no comente a menudo, participo en diferentes actividades, como Lolivalentines, el reciente amigo invisible que se realizó a nivel nacional, intercambios de cartas (esto lo tengo bastante abandonado últimamente). Aunque esté un poco despegada de las comunidades, no lo estoy del todo y hay muchas Lolitas a las que deseo conocer en persona y poder tratar mucho más, además, estoy deseando que llegue la Tea Party de Navidad que se celebrará en Tenerife; pero no me siento integrada como antes y en parte es por el ambiente que he observado.
Me explico: Obviamente todas somos personas diferentes, a pesar de nuestro amor común por el Lolita y por eso mismo es imposible que todas las chicas se lleven perfectamente y todo sea utópico y perfecto. Este no es el problema, no, siempre han habido pequeños piques sin importancia. Lo que me entristece e "irrita" del panorama Lolita en las islas es ese aire de dejadez, pues parece que ahora todo vale, tanto que la mayoría de conjuntos rozan el ita o son, directamente, cosplays. No sé si es que las chicas que llevan menos tiempo quieren "ser Lolitas y ya" o qué pasa, pero los conjuntos de algunas chicas son un poco dolorosos, con telas demasiado pesadas y poco propias del Lolita, algunas con brillos y encajes de mala calidad, más propios del cosplay que de una estética que es un modo de vestir, que muchas de nosotras introducimos todo lo que podemos en nuestro día a día.
Veo conjuntos que apenas cuidan los detalles (¡ojo! no estoy en contra de los conjuntos sencillos, yo suelo llevar conjuntos nada recargados, pero intento cuidar hasta el mínimo detalle dentro de esa sencillez), que muchas veces rompen con lo más básico de la figura del Lolita: faldas sin forma por falta del petti (a veces queda bien, pero hay que saber cuándo), transparencias mal usadas, Jsk´s usados sin blusa (sí, en verano hace calor y claro que todas, en algún momento, dejamos la blusa aparcada, pero no todos los Jsk quedan bien sin blusa), encajes inmensamente grandes, combinaciones extrañísimas que rompen con la armonía y equilibrio del conjunto,...
Yo soy partidaria de innovar y experimentar con el Lolita, siempre respetando los cánones y bases del mismo, pero es imprescindible conocer bien los fundamentos de algo para poder cambiarlo sin que resulte desastroso. Por eso no logro encajar muchos de los conjuntos que llego a ver en el marco insular, sobretodo, con la cantidad de preciosas Lolitas que hay, que pueden aportar mucho tanto ideológica como estéticamente.
Lo peor no es notar esa falta de "magia", es ver que esa "dejadez" llega hasta el punto de que se usen cosplay como si fueran parte de la estética. Esto me molesta especialmente, porque las Lolitas, seamos Otakus o no, hemos luchado mucho, y seguimos luchando, por alejar la imagen de ese mundo friki, asociado al manga y el anime, como para encontrarme con este panorama, porque el Lolita es Lolita y el Cosplay es Cosplay (y no tengo nada en contra del cosplay, yo he hecho cosplay y tengo muchos amigos cosplayer). Que un personaje de anime/manga sea Lolita, Kodona o Ouji, por ir vestido de ese personaje, tú no eres Lolita, haces cosplay.
Lo que más me ¿duele?, si digamos duele, es ese aire como de "falsa hipocresía", en el cual todo vale y todas somos perfectas y nuestros conjuntos son maravillosos, aunque estén totalmente herrados. No, señor@s, esto no es así, por muy bonita que vaya esa persona, no podemos simplemente decirle "eres una perfecta Lolita" si está rompiendo con lo más básico del Lolita; y no estoy diciendo, que insultes a esa persona y le digas que va horrible, sino que de la mejor forma y de la manera más pausada, como una crítica constructiva que le ayude a mejorar, aconsejes a esa persona. No soporto ver, lo que desde fuera parece un intento por encajar, que dejan a estas nuevas chicas (y algunas no tan nuevas) en el desconocimiento. Yo tuve la suerte, de pertenecer a Lolita Boudoir, donde recibí muchos consejos y cuando no estaba convencida de algún detalle o el conjunto no me encajaba, las chicas me ayudaban y me decían "cuidado con esto" o "quedaría mejor si usaras esto". Creo que esos consejos me ayudaron mucho a mejorar y a aprender más sobre el Lolita; si, en cambio, no hubiera investigado apenas sobre el movimiento o me topara con personas que siempre alaban lo que llevo, no habría evolucionado ni como Lolita ni como persona.
 (Foto cogida del blog de Lolita Boudoir, hecha por mi amiga Laura).

Puede que quien lea esto diga, "Todo eso lo dices tú, porque tienes brand, las chicas que comienzan, tienen que empezar por algún lado". Pues no podéis estar más equivocados, sí, tengo brand, pero también tengo réplicas, hadmade, offbrand y prendas de Bodyline; y, como tod@s, no empecé teniendo brand, pero si me cuidé en mis elecciones de las prendas que compraba en mis inicios, pues me aterraba caer en el ita y no sentirme merecedora de eso que amaba y que se llama Lolita. Actualmente, aunque tenga ganas de tener un armario con más prendas, prefiero ahorrar dinero y conseguir las prendas que realmente me gustan en la mejor calidad posible (mayormente en el mercado de segunda mano), pues creo que a la larga compensa mucho más. Las réplicas están bien, yo adoro mi réplica de la falda Little Bears Café, pero no siempre presentan las mejores calidades. Lo mismo pasa con Bodyline, no todos sus modelos son válidos, hay que saber escoger o podemos llevarnos alguna decepción.
Si eres Lolita, principiante o no, antes de arriesgarte a meter la pata te recomiendo, sobre todo, que te informes, no dejes de hacerlo nunca, que huyas de las malas calidades y del cosplay; y, si estás impaciente por tener tu armario Lolita, paciencia, Roma no se construyó en un día, elige con cabeza, te recomiendo el amplio mercado de segunda mano que tenemos a nuestra disposición, las marcas indies, en nuestro país tenemos unos artistas increíbles, en lo que a crear obras de arte con simple tela se refiere, las réplicas y tiendas como Taobao o Bodyline no están mal siempre que se sepa elegir prudentemente; pide y acepta opiniones sinceras, pero no dejes que te falten al respeto.
Y, sobre todo, sé tú mism@, no actúes forzado o sobreactúes para encajar. Sí, el Lolita promueve la educación y las buenas maneras de siglos pasados, pero ya no vivimos en esa época y no todos hemos sido educados en un estricto protocolo, así que, sé educada pero no te fuerces a actuar de una manera que no va contigo. Mantén tu esencia y sé siempre tú mism@.

Bueno, seguramente me dejo cosas en el tintero, pero hasta aquí esta polémica entrada, que pugnaba salir de mi cabeza a través de mis dedos y que posiblemente me genere algún quebradero de cabeza.
 Espero que hayáis entendido lo que quiero decir y que nadie se sienta ofendido, como dije al principio, este post no pretende más que ser un "consejo" o una crítica constructiva.

¡¡¡Nos vemos pronto!!!

martes, 9 de diciembre de 2014

Reseña: "Placeres de la Noche" de Serrilyn Kenyon

¡¡¡Hola a Tod@s!!!

¿Qué tal habéis pasado el puente?¿Habéis hecho algo especial para celebrar estos días festivos u os habéis quedado en casa?¿Habéis pasado mucho frío?
Yo estoy contenta con el puente, no he hecho gran cosa y he tenido bastantes cosas de clase, pero ha habido buenos momentos, risas, meriendas fuera de casa y buena compañía, sobre todo la compañía ha sido muy especial. Aunque pasado el puente, y con un pequeño esguince de muñeca, mi ánimo vuelve a estar por los suelos.

Como os avisé, en la entrada anterior, no pude postear la entrada del viernes por falta de tiempo, pero no os preocupéis que la publicaré este viernes, si dejo de tener problemas con ella, porque me está planteando algunos dilemas, pero espero que el viernes quede publicada y no genere muchos problemas.

Hoy, como martes que es, y como ya os avisé, toca una entrada de la nueva sección del blog, de manera que hoy os dejo la reseña literaria, ya que la anterior fue sobre la película "La Belle et la Bête".
Este libro cayó en mis manos porque me lo prestó una compañera de clase y como ella me lo recomendó encarecidamente, decidí darle una oportunidad. 
Placeres de la Noche, escrito por la estadounidense Sherrilyn Kenyon, forma parte de la saga Cazadores Oscuros, la cual nos adentra en un mundo paranormal de apuestos y fornidos guerreros, los cuales son inmortales, debido a que su naturaleza es luchar contra fuerzas demoniacas, girando siempre en torno a una trama romántico-bélica, que tiene de trasfondo la mitología griega.

 En concreto, Placeres de la Noche nos muestra a Kyrian,  príncipe y heredero de Tracia por nacimiento, que es desheredado cuando se casa con una "ex-prostituta" contra los deseos de su padre. El bravo general macedonio, traicionado por la mujer a la que tanto ama, venderá su alma a Artemisa para obtener su venganza, convirtiéndose así en un cazador oscuro.
Amanda es una contable puritana que sólo ansía una vida normal. Nacida en el seno de una familia numerosa y peculiar, tanto sus ocho hermanas mayores como su madre poseen algún tipo de don, una de ellas es una importante sacerdotisa Vudú, otra es vidente, y su propia hermana gemela es una caza-vampiros. Cuando su prometido la abandona después de conocer a su familia, Amanda está más decidida que nunca a separarse de sus estrambóticos parientes. Pero todo se vuelve en su contra y, tras hacer un recado para su gemela, se despierta en un lugar extraño, atada a un ser inmortal de dos mil años y perseguida por un demonio llamado Desiderius. Por desgracia para ellos, Desiderius y sus acólitos no son el único problema que deben enfrentar. Kyrian y Amanda deben vencer ahora la conexión que los une; un vínculo tan poderoso que hará que ambos se cuestionen la conveniencia de seguir juntos. Aún más, él sigue acosado por un pasado lleno de dolor, tortura y traición que le convirtió en un hombre hastiado y desconfiado. Cuanto más descubre de su pasado, más desea Amanda ayudarle y seguir con él y darle todo el amor que merece. 
 Lo mejor de leer el libro fueron el café y las galletas de acompañamiento.

Personalmente no me gustó este libro y no lo recomiendo a no ser que os guste mucho este tipo de libros. Aunque he visto críticas muy positivas acerca de la saga, creo que hay mejores libros para leer, incluso de esta misma temática, pues ya os he recomendado en entradas anteriores la lectura de la "Saga Vanir" de Lena Valenti. Puede que, precisamente, por haber leído primero la Saga Vanir, este libro no me gustara y no quiera continuar con la saga, pues, aunque toca el tema de la mitología griega, hecho que le dio un voto a favor para leérmelo, sobre todo, tras la buena experiencia del cuidadoso trabajo de Lena Valenti y la mitología celta en la Saga Vanir; pero me llevé un gran chasco, así como la Saga Vanir tiene un trasfondo muy bien hilado y una historia que engancha por si sola, incluso sin tener en cuenta la parte de la relación romántica de sus protagonistas, Placeres de la noche me parece muy poco satisfactoria, apenas cuidados los aspectos mitológicos, con una historia de fondo absurda que a mi se me hizo muy pesada y con una historia de amor forzada e irreal, demasiado irreal.
No sé si a una ya le cansan estas novelas de romántica paranormal de guapísimos y cachas guerreros, perfectos, inteligentes, pero duros y fríos, torturados por su pasado, con una protagonista más bien sosa y mojigata, que no sabes a quien te dan más ganas de darle una torta, si a él o a ella. Puede que esté cansada de eso amores tan idílicos y perfectos y ese forzado y maravilloso "final feliz, por siempre juntos", nunca mejor dicho, pues son inmortales; pero no me enganchó, no es un libro que me haga querer leerme los demás y completar la historia.
Pero, si algo bueno tiene esta saga, es como están construidos los personajes, especialmente los secundarios, pues creo que son los que más chispa y vida le dan a la historia, así como el toque de humor con el que la autora impregna la historia en la que traslada a los personajes desde la antigua Grecia hasta las calles del actual Nueva Orleans.

Puntuación:
Como no me ha gustado, pero es un libro que puede resultar entretenido, sobre todo si no tienes nada mejor que leer, mi puntuación es de dos sobre cinco.

Bueno, hasta aquí la entrada de hoy. Recordad que esto es solo mi opinión. Si habéis leído el libro dejádmelo en los comentarios, estéis de acuerdo conmigo o no. Y si no lo habéis leído, pero os lo vais a leer, decídmelo también.
Nos vemos el viernes con la próxima entrada.

¡¡¡Hasta Pronto!!!