domingo, 15 de marzo de 2015

Gara y Jonay

¡¡¡Hola a Tod@s!!!
¿Qué tal estáis?¿Cómo habéis pasado el fin de semana?¿Habéis hecho algo especial?
Por mi parte, quería haber subido esta entrada el viernes, pero el tiempo se me ha ido de las manos todo este fin de semana... El viernes porque entre las prácticas y el estrés de ver el calendario de trabajo que tenemos por delante, el tiempo en la biblioteca buscando libros y escaneando los que solo se podían ver en sala, comer, ir al centro y pasar horas en una librería (no me quejo, esto me encanta) buscando novelas gráficas para un trabajo de Historia Contemporánea y de merienda/cena con Ana y Pablo (totalmente improvisada). Y el sábado Vin me había invitado a ir con él y sus amigos a celebrar el "Hanami" (en lo que nos entretuvimos prácticamente todo el día). Así que he llegado a casa de noche los dos días y no he tenido tiempo para el blog.

Hoy os traigo una entrada un poco diferente.
Si sois seguidores asiduos de mi blog o me conocéis personalmente, sabréis que ahora vivo en Madrid por estudios, pero que soy canaria, concretamente de Tenerife,... pero también sabréis que esto no es totalmente cierto, ya que sólo la mitad de mi es canaria, mientras que la otra mitad es asturiana, pues nací en Asturias y mi padre (y su familia) son asturianos, pero me he criado en Tenerife, porque mi madre (y su familia) son tinerfeños.
Y preguntaréis ¿a qué viene decir todo esto?
Os digo todo esto porque en la entrada de hoy os voy a contar una de las leyendas más conocidas en las Islas Canarias, que a todos se nos cuenta desde niños y que da, incluso nombre al Parque Nacional de Garajonay en La Gomera, actualmente Patrimonio de la Humanidad y que se supone fue donde sucedió la leyenda que os contaré a continuación.
Antes de pasar a la leyenda, os quiero decir que con esto inicio otra nueva sección en el blog (si, tengo que rediseñar el blog y añadir las secciones en cuanto pueda), que dedicaré a contaros mitos y leyendas que me gusten, sean canarias, asturianas, japonesas, griegas, celtas, de terror,...
Una cosa más antes de empezar, aclarar algunas palabras que si no sois canarios tal vez desconozcáis por su procedencia guanche:
-Guanche: Aborígenes canarios, principalmente los pertenecientes a la isla de Tenerife.
-Echeyde: Nombre que los aborígenes canarios daban al Teide, volcán de Tenerife, cuyo significado era Infierno.
-Beñesmen: Fiestas de la cosecha, algo así como el "año nuevo guanche".
-Mencey: Era el jefe o rey de un determinado territorio de la isla de Tenerife.
El resto de palabras que os resulten raros o desconocidos son nombres propios o de lugares.

Os recomiendo, que mientras leéis la historia os pongáis de fondo esta preciosa canción de Dark Moor, cuya letra habla de este leyenda.
(Gracias Lawi por pasarme la canción *-*)

Gara y Jonay

Cuentan que, en la isla de La Gomera, existían siete lugares de los que emanaba agua mágica, cuyo origen nadie conocía. Siete charcos formaban los siete chorros y siete virtudes ofrecían a los que de ellos bebiesen.
Pero, además de ofrecer estas virtudes, también predecían, al mirar en sus aguas, si el amor estaba por llegar. Si el agua se mantenía clara y tranquila, el amor llegaría; pero en cambio, si el agua se enturbiaba era signo de que poco o nada debía esperarse.
En esta isla, vivía la hermosa Gara, princesa de Agulo, quién, estando próximas las fiestas de Beñesmen, decidió acudir a los chorros de Epina junto a un grupo de jóvenes para saber si encontrarían el amor durante los festejos celebrados en la isla.
Cuando Gara contempló el agua, al principio esta se mantuvo tranquila, pero luego empezó a enturbiarse. Surgieron sombras y siluetas que comenzaron a agitarse, apareciendo de pronto, un sol abrasador que borró todo movimiento. Gerián, el sabio del lugar le hizo una advertencia:
- Lo que ha de suceder ocurrirá. Huye del fuego Gara, o el fuego habrá de consumirte.
Gara guardó silencio, intentando ocultar sus temores, pero el triste presagio corrió de boca en boca.
En las vísperas de las fiestas del Beñesmén, llegaron de Tenerife los Menceyes acompañados de familiares y otros nobles. El Mencey de Adeje venía con su hijo Jonay, un joven fuerte, apuesto y diestro en las competiciones. Gara no podía dejar de observarlo, y en cuanto sus miradas se encontraron, el amor los atrapó sin remedio.
Poco después, y aún en fiestas de Beñesmén, su compromiso se hizo público; pero, he aquí que en cuanto comenzó a propagarse la feliz noticia, en Tenerife, El Echeyde comenzó a escupir lava y fuego, con tanta fuerza que desde La Gomera el espectáculo era aterrador.
Entonces recordaron el presagio dado a la inocente Gara: Gara, princesa de Agulo, el lugar del agua; Jonay, puro fuego procedente de la isla del infierno. Aquel amor era imposible y grandes males se avecinaban sobre las islas si no se separaban. Así pues, sus padres les prohibieron estar juntos o volver a verse. Al romper el compromiso entre los jóvenes, el Echeyde apaciguó su furia.
Terminadas las fiestas Jonay regresó con los demás a Tenerife, con el alma vacía y el pecho quebrado. Cuenta la leyenda que Jonay, desesperado, se lanzó al mar en mitad de la noche, para nadar hasta su amada, con dos pieles de cabra infladas, atadas a su cintura, que le ayudaban a flotar cuando las fuerzas le fallaban. Así, con las primeras luces del alba llegó a La Gomera.
Furtivamente fue en busca de Gara y, al encontrarse se abrazaron apasionadamente. Juntos huyeron por los bosques de laurisilva y fueron a refugiarse en El Cedro; pero cuando el padre de Gara supo de la huida de su hija, fueron perseguidos. Los amantes subieron hasta el pico más alto de la isla, pero al verse acorralados, buscaron la que creyeron la única salida posible: 
Una vara de cedro fue su aliada mortal, afilada por ambos lados, la colocaron entre ellos, uniendo sus corazones. Mirándose a los ojos, se abrazaron fuertemente, apretándose el uno contra el otro, atravesándose con la vara y quedando unidos para siempre.

"Entonces agua y fuego fueron uno, y sus cuerpos fueron uno para siempre."

Y esta es la preciosa, aunque triste, leyenda que da nombre al hermoso Parque Nacional de Garajonay. ¿No os recuerdan a Romeo y Julieta, pero en leyenda aborigen?
¿Qué os ha parecido?

Bueno, hasta aquí la entrada de hoy, espero que la hayáis disfrutado y que me digáis lo que os parece o si queréis proponerme alguna leyenda paque que hable de ella, sois libres de hacerlo.

¡¡¡Hasta Pronto!!!

1 comentario: