domingo, 21 de junio de 2015

La Cocina de mi Vecina

¡¡¡Hola a Tod@s!!!

¿Qué tal estáis?¿Cómo estáis pasando el fin de semana?¿Mucho calor?¿Algún plan especial?
Como se acercan los exámenes de julio, yo estoy viviendo de nuevo entre libros y apuntes, pero me alegra decir que, aunque hasta el 1 de julio Luci y yo no estaremos viviendo en el nuevo piso, ya hemos terminado de llevar y colocar las cosas (solo tenemos en casa las cosas de aseo y la ropa necesaria para los días que quedan) y estamos encantadas con nuestro nuevo piso y nuestras nuevas habitaciones (aunque sean pequeñitas)
Mis inseparables compañeros hasta el 10 de julio.

Y este es el motivo (el estar estudiando para julio) que no actualicé el blog el viernes, he estado tan ensimismada con los apuntes de Arte Tardoantiguo y Alto Medieval, que cuando me dado cuenta eran las 11 de la noche y no merendé, no había cenado aún y no tenía tiempo para ponerme con el blog. Además, que anochezca más tarde, no me ayuda a tener una buena conciencia horaria.

La entrada de hoy os interesa, especialmente a aquellos de mis lectores que seáis de Madrid o que estéis pensando en daros un saltito a la capital y es que os vengo a hablar de uno de mis rincones favoritos de Madrid (aunque no lo frecuento tanto como me gustaría).

Quienes me conocéis desde hace mucho tiempo, al menos desde antes de venirme a Madrid, una de las cosas que más me gustan y más disfruto es "perder" una tarde de viernes o sábado (o en general alguna tarde libre) en una cafetería/tetería con buena compañía y un ambiente agradable. Cuando vivía en Tenerife y desde que acabé el bachiller, la de ir a una cafetería fue una costumbre que tomé por semanal con mis amigos, pero que en Madrid, tanto por falta de tiempo, que el dinero se me va en la carrera, como por pocos amigos a los que incordiar, es algo que ya apenas hago.

La cafetería de la que os vengo a hablar hoy es La Cocina de mi Vecina.

La Cocina de mi Vecina es una cafetería del centro de Madrid, concretamente del barrio de Malasaña, que resulta un lugar acogedor, con mucho encanto y un toque muy "kawaii". La verdad es que ya solo la decoración y el ambiente del lugar son un punto positivo a su favor.
Es un lugar que invita a pasar tiempo en su interior y tomarse un café/té tranquilamente en su interior; pero lo mejor de esta cafetería es que todo lo que ofrecen es casero, está realizado por ellos mismos en el local lo que hace que ya desde antes de entrar notes desde la calle, como el olor a dulce, a bizcocho recién hecho impregna el aire.
Pero no solo el ambiente y el olor delicioso te invitan a pasar, sino que la vista de la vitrina con la gran variedad de tartas, cupcakes, galletas,... te hacen imposible resistir la tentación; además, en su carta no solo encontramos tés y cafés, sino una gran variedad de zumos naturales o bebidas fresquitas como la limonada recién hecha.

Con Ana y Pablo. Té verde y cupcake de oreo para mí, cheesecake de oreo y zumo de manzana para ellos
Con Ana y Pablo. Red Velvet y café para mí y tartas de nutella y cheesecake de oreo y café para ellos
Con Álvaro. Limonada para los dos y compartiendo Red Velvet.
Con Vin. Red velvet y té japonés para mí y cheesecake de oreo y café para él

Esto para mi es un elemento importantísimo en una cafetería, puesto que odio ir a una cafetería y que la repostería que te ofrezcan sea industrial o que te la vendan como casera, pero no te sepa a nada. En La Cocina de mi Vecina te ofrecen unos sabores auténticos y exquisitos, nunca he probado una red velvet tan deliciosa, con un sabor tan propio, ligeramente a queso y con una textura tan suave y esponjosa. Son auténticas obras de arte hechas tarta, una maravilla para el paladar.

Y diréis: "En el centro de Madrid, ese tipo de cafetería y con repostería casera, debe ser cara ¿no?
Y os respondo: Para nada, lo mejor y otro punto a favor, es que tiene precios bastante asequibles, además os ofrecen menús merienda, por los cuales un té/café más tarta/cupcake/cookie no os llegarán a los cinco euros y os habréis empachado con la tarta.
Y el trato al cliente es bastante bueno, son muy detallistas y agradables.
Además, son especialistas en repostería para eventos (bodas, bautizos, comuniones), por lo que les podéis hacer encargos personalizados de vuestras propias tartas si algún día tenéis la ocasión y os apetece celebrarlo con una tarta diferente.

(Las fotos del local las he cogido del facebook de la cafetería)


A lo mejor, el único inconveniente que yo le veo a esta cafetería, pero que realmente no lo es, está bastante bien pensado (pero yo soy muy tímida), es que al tratarse de una cafetería pequeñita y haberle dado ese aire tan acogedor, es conseguir que la gente interactúe o hable, ya que las mesas se tienen que compartir si vas solo o en pequeños grupos. Por suerte para mí y mi timidez, las pocas veces que he podido ir no he ido sola y la cafetería ha estado bastante vacía, como para poder pasar la tarde en la mesa solo con quien me acompañaba.

Os recomiendo totalmente que si estáis en Madrid os paséis por Malasaña, concretamente por la calle Corredera Alta de San Pablo, nº 15 y le deis una oportunidad a esta cafetería y disfrutéis de todo lo que ofrecen.

Hasta aquí la entrada de hoy, espero que os haya gustado y que si no conocíais esta cafetería os animéis a pasaros. El martes (si no hay ningún problema) habrá nueva entrada en el blog, con una nueva actualización del canal de youtube, que lo tengo algo abandonado.

¡¡¡Hasta Pronto!!!

2 comentarios:

  1. Pues me ha entrado la curiosidad por probarlo... Y si dices que no tienes muchos amigos en Madrid deberías aprovechar e ir sola para conocer gente!
    Pero ya te vale, cuando voy a Madrid no me llevas nunca ahí... :'(

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    1. Si esque no voy sola porque siempre me pierdo para llegar (misma razón por la que nunca te he llevado)... Cuando vuelvas por Madrid te llevo sin falta

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