¡¡¡Hola a Tod@s!!!
¿Qué tal estáis? ¿Preparados para la vuelta a la rutina de
las clases y dejar atrás las vacaciones?
Yo por mi parte si estoy preparada, sobre todo porque este
año, por fin hará la carrera de Historia del Arte… pasito a pasito me voy
acercando a mi sueño, primero consiguiendo el título de Fotografía Artística y
aprendiendo todo lo que podía y ahora, comenzando con una carrera que siempre
he querido hacer. Aunque quien sabe cómo saldrá esta nueva aventura, aún quedan
mucho detalles por definir para ver si todo es posible.
Ahora bien, como ya os dije en la última entrada, esta sería
una entrada algo (bastante) más personal, la cual se debe a que últimamente me
han coincidido varias revisiones médicas y me he puesto a pensar en todo lo que
he pasado en los últimos años.
Quienes me conocéis de hace algún tiempo sabréis que he
estado a dieta por orden médica durante algún tiempo (aún sigo, pero ya no de
manera estricta como el primer año y medio)… bueno y quienes hayáis leído toda
las entradas del blog, lo sabréis también (a pesar de las imágenes de tartas,
cupcakes, etc… que en la mayoría de los casos se las piden mis amigos y yo me
desconsuelo xD).
Pero comencemos por el principio…:
Hace cosa de cuatro años (o más ya, no recuerdo la fecha
exacta) pasé por un montón de cosas, operaciones, ingresos, tratamientos,
dietas,… y yo, a quien en mi familia siempre han tildado de quejica, no pensé que
lo fuera a superar tan fácilmente, me he esforzado mucho para mejorar, aunque
sé que esto me acompañara durante mucho tiempo más; pero ni yo, ni nadie de mi
alrededor pensaron que pudiera seguir sonriendo y superando momento tras
momento sin apenas quejarme por el dolor.
Bien, antes de entrar a Fotografía estudiaba francés en la
ULL (Universidad de La Laguna, para el que no sea de las islas y lea mi blog),
siempre se me dio bien el francés y es un idioma que me gusta mucho, pero no
pude más que dejar la carrera por los problemas de salud que empezaron por
aquel entonces, y tras perder becas, etc… cuando por fin pude recuperar la vida
escolar, me decanté por mi gran pasión: La fotografía, que ha sido muy duro y gratificante
sacar adelante.
Centrándonos en el tema del que quería hablar, lo que me
llevó a abandonar el francés…
Recuerdo que estando de vacaciones (creo recordar que fue en
Carnavales, hace cuatro años… también recuerdo que mi prima se había quedado a
dormir ese día en casa), un día, de buenas a primeras noté un dolor fuerte en
la espalda y casi no me podía estirar, así que mi madre me llevó corriendo al
medico y me encontraron un pequeño bultito en la parte baja de la espalda (como
a la altura del sacro), que según el médico de urgencias era un simple granito
algo infectado y me mandaron unos antibióticos suaves para que mejorara… no sé
si fue por efecto de los mismo antibióticos o qué, pero al día siguiente el
dolor era mucho peor y no me podía poner derecha, mi madre me revisó la espalda
y de ese momento sólo recuerdo su cara de horror al ver que la mitad de mi
espalda estaba hinchada, desde el punto donde se encontraba el granito hacía
arriba…No recuerdo nada más de ese día, ni cómo hicimos para llegar al centro
médico ni la espera en urgencias,… sólo recuerdo entrar en la consulta y que la
doctora al verlo intentó tranquilizarme con voz suave, lo que tenía no era un
simple grano, era un sinus pilonidal o fistula en bastante mal estado (os
recomiendo que no lo busquéis por internet, es bastante desagradable). Recuerdo
la cara de la doctora al decirme que tenía que ser fuerte y aguantar, porque
tal y como me encontraba, había que abrirme de urgencia y drenar toda la
infección que se había extendido por la espalda, pero debían hacerlo sin anestesia,
porque no iba a hacer ningún efecto. No sé como fui capaz de aguantarlo, ¡yo! que
me mareo con solo ver una gota de sangre. Recuerdo perfectamente el momento en
que el bisturí se hundió en la piel y el dolor que sentí, recuerdo a mi madre agarrándome
la mano y como con la mano libre yo apretaba la camilla, recuerdo que no grité
ni me quejé, casi no proferí ningún ruido, porque sabía que mi hermana estaba
al otro lado de la puerta esperando preocupada, recuerdo el horror de soportar
que drenaran la infección y la cura posterior… pero eso no fue lo peor, lo peor
de estas cosas es como se hacen las curas: la herida se deja abierta, con gasas
en el interior que contengan la pomada o antibiótico concerniente, para que la
herida vaya cerrando poco a poco con curas diarias, de manera que estas pueden
llegar a durar meses.
Después de esta vinieron otras cuatro operaciones, porque
resultó que tuve tanta suerte (si, ironía), que en mi caso el sinus no era un
simple pelo infectado o lo que quiera que dicen por ahí que son los sinus
normales, sino, que se trataba de un caso raro, pues normalmente cuando se da
una fistula, tras las curas no vuelven a salir, pero a mi me salieron de nuevo,
cuatro veces y la última vez con tres focos o capsulas de carne e infección.
Pues bien, así pasé creo que fue un año entre curas y
operaciones, soportando estoicamente sin quejarme y siendo, como los médicos me
decían “una paciente ejemplar”… después de verme a diario, algunos de ellos me
cogieron cariño y aún hoy, cuando me ven me preguntan por mi estado de salud y
por mis estudios.
Aguanté estoicamente y sólo me derrumbé ante la última operación…
operación tras operación y cura tras cura, la zona era cada vez más sensible y
sentía que me dolía más… así que tras terminar las curas y cerrada la herida
tras la cuarta operación, descubrir casi dos semanas después que había vuelto a
salir la fistula, ya no sólo con un foco, sino con dos focos de infección entre
sí, no lo puede resistir, recuerdo echarme a llorar delante de mi madre
diciéndole que no quería volver a pasar por eso y recuerdo perfectamente las
palabras de mi madre: “Sé fuerte una vez más, si has podido aguantar hasta
ahora, también podrás con ello y pronto estarás perfectamente”. Recuerdo que no
creí en lo que me dijo, era lo que me había dicho operación tras operación,
pero aún así, decidí luchar.
Me acuerdo que para las pruebas de anestesia me acompañó mi
prima y que terminó con un bajón de azúcar porque, al igual que yo, ella es muy
impresionable y cuando describieron lo que tenían que hacerme en la operación
para poder llegar a los dos focos, que yo estaría despierta… ella no pudo
evitar marearse…
Para mí esta operación fue la peor de todas, recuerdo
perfectamente todos mis pasos por quirófano, pues nunca estuve totalmente
dormida, pero esta era la más delicada, y en la que menos anestesiada estaba,
pues iban pinchando la anestesia a medida que iban abriendo, y debían abrir y
llegar al hueso, para raspar las capsulas que eran el foco y eliminar todo
rastro de infección. Fueron las peores curas, las más dolorosas y las más
largas. Recuerdo pensar que ya no podía más y recuerdo como cada noche lloraba
de cara a la pared deseando que todo acabara, mientras Rober (que por aquel
entonces vivía en casa) me acariciaba la espalda intentando que me relajara.
Al final, mi madre tuvo razón, fue la última fistula y
espero que lo siga siendo. Además, las cicatrices apenas son visibles.
Aún así, no todo acabó ahí, meses después de que se cerrará
la herida de la última fistula, empecé a padecer fuertes dolores de cabeza…
estuve tiempo sin saber lo que tenía, me trataron de simples cefaleas, de
sinusitis, etc… hasta que una neuróloga muy agradable y con luces, decidió
ingresarme y hacerme un montón de pruebas temiendo que fuera meningitis o un
tumor, incluso… tras las pruebas, se descubrió que lo que tenía era un caso de
presión intracraneal, debido a una medicación incorrecta que me había puesto mi
médico de cabecera por aquel entonces; así que por un error (ese médico tiene
fama de cometer muchos) me vi durante año y sometida a un dieta estricta de
1400 kcal (actualmente sigo con la dieta, pues he de mantenerla de por vida,
pero sin ser estricta al 100%... es decir, me la puedo saltar algún fin de
semana que salga), con un tratamiento de por vida y sabiendo que tarde o
temprano tendré que volver a someterme a punciones lumbares (ya me las hicieron
cuando estuve ingresada) para comprobar en que estado está el líquido de mi
médula.
Así que, no queriendo estar encerrada en casa pasándolo mal
me matriculé en fotografía y conocí a personas maravillosas a las que hoy puedo
llamar amigos y gracias a quienes he podido seguir adelante (bueno, no sólo
gracias a ellos, sino a mi familia, a Rober y al resto de mis amigos que estuvieron a mi
lado desde la primera operación); así, pues, el verano pasado, tras el esfuerzo
y sacrificios que me supuso todo lo ya mencionado, y lograr terminar con éxito
el primer año de fotografía me tatué, si, ya todos conocéis mi tatuaje por
entrada anteriores, y muchos seguramente pensaréis que no es más que un lazo
con una cupcake, pero para mí tiene mucho más significado, es algo muy especial
y por eso no me arrepentiré nunca de habérmelo hecho y de que sea irreversible.
Este último año ha sido más fácil, solo me he visto
importunada por la dieta, por la muela del juicio y por las tediosas revisiones
médicos que me tengo que hacer a cada tres o seis meses; así que tras haber
superado esto, espero que empezando este nuevo año escolar, me vayan bien las
cosas.
Y bueno, hasta aquí la entrada de hoy, disculpad por el
testamento que os he hecho leer sin apenas poneros imágenes (no creo que
hubieran sido de buen gusto ni agradables), pero tras encontrarme con el Ats
que m hizo la mayoría de curas en una de las revisiones para que me sacara
sangre, y preguntarme por la fistula, me puse a pensar en lo que he vivido
estos años y sentí la necesidad de compartirlo, porque sé que, aunque ha habido
gente a mi lado, saben por lo que he pasado, pero al mismo tiempo no saben
nada.
Y cambiando de tema: en los próximos días comenzare con el “reto
de 31 Días Lolita”
Disfrutad de lo que queda del verano.
¡¡¡¡Hasta Pronto!!!!
Eres una campeona, es admirabe todo lo que has pasado y que, aún así, seas una de esas personas que siempre tiene una sonrisa para los demás :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Lawi^^ son las personas que me han apoyado y las que he ido conociendo por el camino las que han hecho que aún mantenga esas sonrisas
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